miércoles, 25 de marzo de 2015

El reloj mágico

Erase una vez un niño llamado Héctor, de 11 años, que vivía en África con su abuelo, Agustín. Héctor era huérfano. Sus padres murieron en la mina mientras intentaban sacar coltán. Pertenecía a una familia poco adinerada, vivían al día con lo poco que conseguían trabajando, tenían lo imprescindible, lo básico para sobrevivir. Vivían en una cabaña de madera hecha por ellos.
Al ser pobres no tenían televisión, se pasaban las noches contando historias sobre la vida del abuelo Agustín. El abuelo contaba de todo tipo de historias. Héctor no se creía todas pero aun así ponía mucho interés a la hora de escuchar. Un día le habló sobre un reloj que era muy valioso para él pero nunca le revelaba el porqué.
El día del aniversario de la muerte de sus padres fueron al cementerio a visitarlos. Agustín iba con una caja muy misteriosa. De camino para casa el abuelo Agustín le volvió a hablar sobre la historia del reloj y así decía: un día como otro cualquiera mientras caminaba por un bosque vio que había mucha gente reunida alrededor de un río, allí estaban discutiendo sobre quien lucharía contra el jefe del escuadrón para apoderarse de las tierras. El valiente Agustín fue el único candidato.Con todos sus esfuerzos supero al jefe dejándolo inconsciente en el suelo. El jefe al ser derrotado les dio las tierras mas un antiguo reloj muy valioso por lo que él decía. Agustín sorprendido le pregunto porque era tan valioso y este le respondió que lo descubriría él mismo.

Durante tres y cuatro días, Agustín inquieto anduvo buscando el poder del reloj cuando esta dispuesto a rendirse tiró el reloj y en la parte inferior del reloj se abrió y dentro había un botón. Al principio no se atrevía a pulsarlo pero la curiosidad le quitó el miedo. Al pulsarlo,  se teletransportó a otro año. Entonces Héctor lo interrumpió diciendo que no se creía una palabra de lo que decía. El abuelo ofendido saco de su viejo abrigo una caja que contenía el supuesto reloj mágico. Héctor le dijo al abuelo que lo pusiese en marcha pero Héctor lo tiro por la ventana sin querer justo cuando pasaba el camión de la basura, dónde calló.

Entonces salió corriendo tras el camión. Hasta que el camión paró en frente de una casa, en ese momento Héctor aprovechó para cogerlo, rebusco entre unas cuantas bolsas hasta que consiguió recuperarlo. Feliz regresó a casa ensuciado por la basura, aun que no le importó. Al entrar en casa le suplicó a su abuelo que pusiera el reloj en marcha para viajar en el tiempo. Al poner la fecha para elegir el año, decidieron poner la fecha en la murieron sus padres. al clicar el botón salio una chispa del reloj que los deslumbró y a volver a abrir los ojos ya se encontraban en el día que murieron sus padres. Rápidamente fueron a buscarlos para impedir su muerte. cuando los encontraron, Héctor recordó que sus padres murieron cruzando la carretera. al ver que estaban a punto de cruzar, chilló para que se estuviesen quietos. Así consiguió salvar sus vidas y volvieron al año que estaban antes. Se encontraron en una casa mucho mejor que la de antes comiendo y riendo. al verles les dio un abrazo aun que sus padres no entendían el porqué, desde entonces vivieron felices y comieron perdices.




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